jueves, 25 de septiembre de 2014

Tercera campaña al Alto Perú y gobierno de Güemes



Al conocerse el éxito logrado por el general Carlos María de Alvear con la caída de Montevideo, el ejército realista de Joaquín de la Pezuela abandonó Salta, Jujuy y Tarija y trasladado su cuartel general a Santiago de Cotagaita, destacando una división al mando de Juan Ramírez Orozco para sofocar la rebelión del Cusco, dirigida por los hermanos Angulo. Aprovechando la inactividad de la vanguardia realista, la vanguardia de Rondeau ―al mando de Güemes― avanzó hasta Humahuaca y se estableció un batallón en Yavi en diciembre de 1814. Pezuela reaccionó enviando en enero de 1815 al coronel Pedro Antonio Olañeta con los batallones de Cazadores y Partidarios, un escuadrón y dos piezas de artillería en busca de Güemes; pero este evacuó Yavi en dirección a Humahuaca el 25 de enero. Al mismo tiempo, dos escuadrones realistas reocuparon Tarija. Un intento de sublevación de las tropas acantonadas en Jujuy y Humahuaca, formadas por soldados rendidos en Montevideo, fue abortado antes de que estallara.
En momentos en que las tropas se preparaban para iniciar la tercera campaña al Alto Perú, el general Carlos María de Alvear fue designado para reemplazante de Rondeau. Los oficiales del Ejército del Norte se sublevaron; le comunicaron a Rondeau que solo iban a acatar sus órdenes pero no las de Alvear, y lo instaron a iniciar la campaña. Rondeau no castigó esa sublevación, demostrando que estaba detrás de la misma, y ordenó el comienzo de la operación, que comenzó en enero de 1815.
Rondeau reemplazó como jefe de vanguardia al coronel Güemes por Martín Rodríguez. Por su parte, Güemes acompañó el avance del Ejército como jefe de los "gauchos" ―es decir, las milicias rurales de la provincia― evitando perder el mando de sus tropas y ganando en autonomía frente al comandante.
Cuando la vanguardia realista supo que Rondeau el 3 de febrero retrocedía desde Huacalera hacia San Salvador de Jujuy, el comandante Antonio Vigil avanzó desde Yavi, y el 19 de febrero derrotó en la batalla de El Tejar (o Tejada) ―en la Puna― a la vanguardia patriota, que se había adelantado para hacer un reconocimiento con 50 dragones. En abril siguiente, bajo el mando de Rondeau, Güemes tuvo un papel destacado en la victoria de Puesto del Marqués. Pero, indignado por el desprecio que mostraba aquél por sus fuerzas y por la indisciplina del ejército, se retiró del frente hacia Jujuy. Daba por descontado la derrota del Ejército del Norte en esas condiciones y, en ese caso, necesitaría a sus hombres. Al pasar por Jujuy, se adueñó del armamento de reserva del ejército; al enterarse, Rondeau lo declaró traidor y desertor.
Cuando Güemes llegó a Salta, el pueblo salió a la calle y desconoció al gobernador designado por el Directorio, el coronel Hilarión de la Quintana, quien se hallaba incorporado al ejército de Rondeau en el Alto Perú y por ello el Cabildo de Salta estaba a cargo del gobierno. El 6 de mayo de 1815 el Cabildo de Salta se reunió para tratar sobre las comunicaciones enviadas por el Cabildo de Buenos Aires informándole que se había hecho cargo del gobierno nacional después de haber sido derrocado el director supremo Alvear. Ese día se conformó una asamblea de notables en Salta que eligió gobernador de la Intendencia de Salta al coronel Martín Miguel de Güemes, quien asumió inmediatamente. Era la primera vez que las autoridades de Salta eran elegidas en la propia provincia desde 1810, ya que hasta ese momento, todo se había reducido a cambiar las autoridades de España por las de Buenos Aires. El Cabildo de Jujuy se negó a reconocerlo por no habérsele dado intervención, pero Güemes negoció cuidadosamente y logró hacerlo cambiar de idea y en septiembre lo eligió también el pueblo de Jujuy.
El nuevo Director Supremo, cuya autoridad para imponer gobernadores había sido desconocida, era el general Rondeau. Este rechazó airado la designación de Güemes aunque, por el momento, poco podía hacer en su contra.

                   Se inicia la guerra gaucha




Al conocerse en Buenos Aires la derrota patriota a consecuencia de la Batalla de Ayohuma, ocurrida el 14 de noviembre de 1813, Martín Miguel de Güemes ―quien había sido enviado a la ciudad capital por problemas con el general Belgrano― fue ascendido a teniente coronel y designado como jefe de las fuerzas de caballería del Ejército del Norte, comandado desde el 30 de enero de 1814 por José de San Martín, que había sucedido a Manuel Belgrano.
San Martín dejó una avanzada de su ejército en las inmediaciones de Salta, pero el coronel Manuel Dorrego lo convenció de establecer en la frontera un pequeño contingente de paisanos, que bastarían a impedir ulteriores avances del ejército realista hasta que el Ejército fuera reorganizado. San Martín nombró jefe de su vanguardia al mismo Dorrego, pero pocos días más tarde lo expulsó de su ejército por problemas de disciplina, reemplazándolo por Güemes. Simultáneamente nombró jefe de otra avanzada, subordinada a Güemes, al coronel Apolinario Saravia, que debía establecerse en Guachipas y controlar el Valle de Lerma, en el que se encuentra la ciudad de Salta.
Por su parte, Güemes se estableció sobre el río Pasaje, desde donde debía controlar la mitad Este de la jurisdicción de la ciudad de Salta. Desde allí estableció contactos con algunos hacendados de la zona, como José Ignacio Gorriti y Pablo Latorre, que lo ayudaron a reunir milicias.
Considerando que estaban en territorio enemigo, los realistas saquearon las estancias de los alrededores de la ciudad, para aprovisionarse. En respuesta, dos grupos de voluntarios a caballo, dirigidos por los hacendados Luis Burela y Pedro José de Zavala, se rebelaron, quitaron armas a los propios realistas y comenzaron la resistencia armada a los invasores. En un principio, estos dos grupos se pusieron en contacto con Saravia, pero más tarde reconocieron como su líder a Güemes
En una carta del 23 de marzo de 1814 a Gervasio Posadas, director supremo de las Provincias Unidas del Río de la Plata, el general San Martín advertía:
"Los gauchos de Salta solos, están haciendo al enemigo una guerra de recursos tan terrible que lo han obligado a desprender una división con el solo objeto de extraer mulas y ganado."
La palabra gaucho, típica de la región del litoral, no había sido utilizada hasta entonces en el norte de las Provincias Unidas. El propio Posadas consideró su uso tan extemporáneo que en su respuesta a San Martín, le encargó felicitar a los "bizarros patriotas campesinos".Tiempo más tarde, los generales realistas intentaron degradar a sus enemigos de las milicias irregulares salteñas con el mote de gauchos, con el curioso resultado de que estos terminaron por asignárselos orgullosamente a sí mismos.
A mediados del año 1814, ya los gauchos de Güemes controlaban la mayor parte de la zona rural de Salta, lo que obligó al ejército realista a replegarse hacia el norte, abandonando la provincia e instalándose en Tupiza. Por razones de salud, San Martín renunció cuatro meses después, siendo reemplazado por el coronel José Rondeau.

Antecedentes





La Primera expedición auxiliadora al Alto Perú terminó con la derrota de las armas revolucionarias en la Batalla de Huaqui, el 20 de junio de 1811, con muchos corolarios dificultosos tanto en la política de Buenos Aires cuanto en la guerra que se libraba contra los realistas.
Las nuevas autoridades designaron al general Manuel Belgrano como nuevo jefe del Ejército del Norte, quien comenzó la Segunda expedición auxiliadora al Alto Perú y ordenó el repliegue de las tropas y de la población toda desde Jujuy hasta Tucumán en el denominado Éxodo Jujeño.
A tal fin, encomendó a su segundo, el mayor general Eustoquio Díaz Vélez hacerse cargo de la retaguardia del éxodo. Para cumplir con este objetivo Díaz Vélez creó un regimiento de granaderos de caballería, compuesto mayoritariamente por gauchos jujeños voluntarios pero también puneños y tarijeños. Lo llamó "Los Patriotas Decididos". Muchos de estos gauchos colaboraron proveyendo al regimiento de Díaz Vélez de caballos, armas y enseres.
Las fuerzas españolas, a las órdenes del brigadier general Pío Tristán acosaban permanantemente a las columnas posteriores del éxodo. Si bien primeramente los patriotas fueron superados en la batalla de Cobos, el 26 de agosto de 1812, rápidamente las tropas de Díaz Vélez y sus gauchos vencieron a los realistas en la batalla de Las Piedras, el 3 de septiembre de 1812.
El éxito conseguido fue una de las causas que motivó a Belgrano a hacerse fuerte en Tucumán, en franca desobediencia al Superior Gobierno, y presentar pelea. La batalla de Tucumán, librada el 24 de septiembre de 1812, fue el mayor triunfo de las armas de los revolucionarios rioplatenses, de inesperadas consecuencias, que abrió nuevamente el camino para avanzar sobre el Alto Perú.

Guerra gaucha

   Busto del general Martín Miguel de Güemes, creado por el escultor Erminio Blotta. En Gendarmería Nacional (Rosario).



Con el nombre de Guerra gaucha se conoce la lucha de milicias y guerrillas llevada adelante en el Noroeste argentino1 contra los ejércitos realistas durante la Guerra de Independencia de la Argentina (1810-1824), particularmente en la Provincia de Salta durante el período comprendido entre 1814 y 1825. En esa época, la provincia de Salta formalmente incluía también a los actuales Jujuy y Tarija, por lo que la Guerra Gaucha se libraba también en esos territorios, e incluso territorios que luego serían de la Gobernación de Los Andes.2 Estas milicias de «Infernales» estaban constituidas mayoritariamente por gauchos de la región comandados por el general Martín Miguel de Güemes, aunque continuó después de su muerte, sucedida en 1821.
Fue una larga serie de enfrentamientos casi diarios; en su mayoría, apenas cortos tiroteos seguidos de retiradas. En esas condiciones, unas fuerzas poco disciplinadas y mal equipadas, pero apoyadas por la población, podían hacer mucho daño a un ejército regular de invasión.
La gesta militar quedaría registrada en la historia por el escritor Leopoldo Lugones en el libro llamado La guerra gaucha. Por la región en que se desarrolló y sus características irregulares, la Guerra Gaucha está emparentada con la guerra de republiquetas, desarrollada en el Alto Perú (hoy Altiplano de Bolivia).

El patriota irreverente








El popular "Moto" Méndez siempre será recordado sobre su caballo
El 15 de Abril de 1817 se constituye en una fecha memorable, especialmente para los tarijeños, pues en esa jornada Eustaquio "Moto" Méndez Arenas se consolidó como uno de sus próceres, protagonizando la Batalla de la Tablada, a través de las guerrillas o republiquetas. Esta ofensiva fue decisiva, dentro de la Guerra de la Independencia, precisamente en los campos de La Tablada de Tolomosa.

Hace 197 años, los "montoneros", al mando de Eustaquio Méndez, derrotaron al Ejército realista del coronel Mateo Ramírez, desde entonces se cuenta la vida en libertad de la antigua Villa de San Bernardo de la Frontera de Tarixa.


Pero un año antes, Méndez participó de otros enfrentamientos, entre ellos, en 1816, bajo las órdenes de Martín Miguel de Güemes y Francisco de Uriondo, quien precisamente ya conocía al revolucionario y se dirigía a Güemes diciéndole: "Todo está cortado y por todas partes son batidos sin piedad. Méndez (Moto) es el terror de los enemigos".

La acción de Canasmoro, es otro episodio heroico de Méndez y su gente pues los historiadores dicen sobre el particular: "Los vencedores entraron a Tarija llevando en las colas de los caballos, las cabezas de los patriotas".

Eustaquio "Moto" Méndez, no se caracterizó por expresar frases célebres, pero su aporte fue grande al protagonizar la Batalla de la Tablada y otros enfrentamientos bajo las órdenes de José Camargo, Martín Güemes.


De carácter altivo y generoso, Méndez alcanzó a ganarse el respeto y prestigio entre los suyos, tal el caso que como cuenta Domingo Paz en una velada literario-musical en 1885, que, "a su sola voz, se levantaba la campiña como un solo brazo a servir bajo sus órdenes en defensa de la causa de la libertad, hasta alcanzar por la bravura de su gente el renombre del primer guerrillero de su tiempo".

Según el historiador Carlos D. Mesa Gisbert en su libro Historia de Bolivia (séptima edición), uno de los motivos para que se tuviera un fuerte sentido de Independencia en la antigua Charcas era el rol vital de los guerrilleros en las republiquetas que también decidió parte de la guerra, pues en los cuatro puntos cardinales libraron batalla con una autonomía que no tenían ni realistas ni patriotas.

El popular "Moto" Méndez, "moto" derivado de la palabra quechua mut’u por no tener una de sus manos, aún se discute cual, también se caracterizó por las discrepancias que se originaron en la pérdida de esa extremidad, algunos dicen que la perdió como castigo por rebelarse contra la realeza española, otros dicen que fue un accidente con caballo y otros aseguran que fue él mismo quien se la cortó por agredir a su madre.

Pero eso queda aparte porque la historia cuenta que "Moto" Méndez, también fue parte importante de las determinaciones de Otto Felipe Braun, quien decidió dar batalla al ejército argentino que se adentró en territorio boliviano y se apostó en Entre Ríos con el afán de atacar Tarija. Fueron varios días de dura lucha donde el Ejército de los "montoneros", liderado por Méndez, hizo retroceder a los argentinos.

Se libraron muchas batallas y en 1826, se delineó perfectamente la organización del Alto Perú en República Independiente. Tarija se dividió en dos bandos: uno bolivianista y otro fiel a los partidos unidos del Río de la Plata. El primero lo presidía don Bernardo Trigo y el segundo el Dr. José Felipe Echazú. 

Don Eustaquio Méndez, se compactó con Trigo, de quien era compadre espiritual. 




EL "MOTO"

Méndez nació el 19 de septiembre de 1784 en Churqui Huayco, Canasmoro, villa de San Lorenzo, departamento de Tarija, que en una época perteneció a la provincia argentina de Salta y hoy es parte del Sur de Bolivia, hijo de Juan Méndez y María Arenas, residentes en Canasmoro, buen jinete enrolado en la división de gauchos de Güemes, con los que participó en la primera expedición auxiliadora al Alto Perú, luchando en la victoria de Suipacha. Más tarde luchó contra las invasiones 

realistas en la Guerra Gaucha. Cada vez que Tarija caía en manos de los realistas, Méndez lanzaba sus ataques sobre la ciudad o sobre los caminos que la comunicaban con el resto del Alto Perú, por el Norte o por el Oeste.

En 1824 cayó prisionero del general Pedro Antonio Olañeta, que poco antes se declaró independiente del virrey De la Serna. Olañeta le perdonó la vida, pero a cambio lo condenó a servir como soldado en sus filas. 

Regresó a Tarija en la división del general Arenales en 1825 y fue reconocido como coronel del Ejército boliviano, participó en las guerras civiles a favor del general José Ballivián y murió en la batalla de Santa Bárbara de Tarija a los 64 años.

Gran Chaco Querido de América del Sur






Con mas de 725.000km2, es una vasta llanura con palmeras, diversos arboles, y selva verde. Se extiende desde la Argentina (aproximadamente la mitad de esa área), Paraguay (un tercio) y Bolivia, el Gran Chaco se limita al norte y los llanos (llanuras) de Chiquitos y bañada en Izogog en Bolivia, al sur con el río Salado, en la pampa argentina, en el oeste de las montañas y la cuenca pre-andina al este de la línea de los ríos Paraná y Paraguay.
Los indios que habitaron la región del Gran Chaco llamado la "tierra de caza", gracias a la abundancia de la fauna silvestre en sus extensos bosques y sabanas.

La geología del Gran Chaco es una extensa llanura escudo excavado en el Paleozoico. ríos de la región nacen en las montañas y las llanuras se ejecutan bajo la dirección de socorro, inclinada hacia el suroeste. El Bermejo, Salado y Pilcomayo ríos actuar como una línea divisoria de las tres regiones que abarca el Gran Chaco: Chaco Boreal al norte del río Pilcomayo, el Chaco Central, que incluye la zona pantanosa entre el Pilcomayo y Bermejo, Chaco y el sur de la cubierta por la vegetación espinosa.

En conjunto la región de Gran Chaco es una formación semi-áridas que revela diferencias en el clima regional. Las temperaturas son altas durante todo el año, el promedio oscila entre 18 y 25 C, y en verano a menudo excede el 40 º C. Las temperaturas diarias cambio intensamente, y vienen a registrarse en un solo día, entre 15 y 20 C diferencia entre máximo y mínimo. La población es relativamente escasa, la vida del Gran Chaco por la tala, la ganadería y el cultivo de algodón, que comenzó en el norte y se extendió a la zona central.

domingo, 14 de septiembre de 2014

LA GUERRA DEL ACRE O DEL CAUCHO




Las fuerzas marítimas  jugaron un rol importante en las luchas de los estados que bordean el Amazonas, para definir sus fronteras nacionales. Entre 1899 y 1903, Bolivia y Brasil se enfrentaron por la provincia de ACRE, que esta en el centro de Sud America. Hasta el año 1899 se había producido un importante avance de colonizadores brasileños que ocuparon el área de los ríos Purús y Acre, al sur de la línea de fronteras



Bolivia antes de la Guerra del Acre


 La gran demanda de caucho a fines del siglo XIX por la industria del automóvil europeo fue uno de los motivos por los cuales se inició el conflicto entre Bolivia y Brasil.
 Ambos países reclamaron esta área pero ninguno de los dos la gobernaba efectivamente.. Su poblacion estaba constituída por indios sin identidad nacional, unos cuantos Bolivianos y casi 18.000 brasileños.. Habia muy pocos caminos y canoas y balsas eran el principal medio de transporte. Con el propósito de remediar aquella situación, en enero de 1899 se creó la Aduana Boliviana de Puerto Alonso. Era un acto legitimo de soberanía, con propósitos eminentemente administrativos. Se trataba de recaudar los derechos de aduanas que al país le correspondía por la explotación de goma que explotaban bolivianos y extranjeros dentro de su territorio. El poco tiempo que pudo funcionar como tal, produjo ingresos interesantes para el fisco.


Puerto Acre (Puerto Alonso) Vapores cargando caucho. Foto en vidrio coloreada.




Pero luego Puerto Alonso se convirtió en el centro político y militar de los conflictos. Los gomeros y barraqueros brasileños, alentados desde Manaos donde se ejercía control del flujo comercial de la goma en el Amazonas, sintiéndose afectados en su interés resistieron el impuesto para posteriormente declarar el “Estado Independiente del Acre, Purús y Yacú” mediante un movimiento autonomista liderado por el colonizador español Luis Galvez Rodrigues de Arias, que habia servido como consul Boliviano en Belem, Brasil. Se inició de esa manera la primera llamada “revolución del Acre”. Los acreanos brasileños se organizaron política y militarmente, ocuparon Puerto Alonso destituyendo violentamente a las autoridades bolivianas.



Puerto Alonso



Para conjurar aquella revuelta, se nombró delegado nacional en el Acre y el Alto Perú a Andrés S. Muñoz, que salió de La Paz por la ruta del rió Beni. Poco después, tropas al mando de el vicepresidente de la República, Lucio Pérez Velasco, salieron desde Cochabamba por la ruta del Chapare y el ministro de Defensa Ismael Montes encabezó otro contingente por la difícil ruta de Larecaja. Eran rivales políticos que competían por prestigio, pero llegados al Acre lograron aunar fuerzas y restablecer provisoriamente el orden. El Batallón Independencia Segundo de Línea, más conocido como la “Columna Montes” estaba compuesta por 200 hombres, de los cuales murieron 138 diezmados por el clima y las enfermedades tropicales de la región
Desde La Paz hasta el Acre las tropas tardaban desde tres hasta cuatro meses de penoso viaje, la mayor parte a pie a través de los bosques. Sus pertrechos eran insuficientes dadas las limitaciones económicas del Estado. El clima era hostil a los soldados andinos, y se lamentaron bajas por enfermedades y agobio; era una lucha en un escenario extraño. Así y todo pudieron enfrentar varias luchas con éxito, recuperando Puerto Alonso y sofocando inicialmente esta primera revolución acreana antes de regresar a La Paz después de un año de campaña.








Bolivia luego de la Guerra del Acre

Mientras en el Acre las tropas bolivianas intentaban recuperar el orden, el Gobierno boliviano iniciaba urgentes gestiones diplomáticas ante el Brasil. El embajador boliviano en Río de Janeiro solicitó en principio ayuda del gobierno brasileño para sofocar la revolución acreana. Pero la República Federativa había heredado los impulsos expansioncitas del imperio. Y esta revuelta alentaba ya al Brasil a incorporar el Acre a su territorio. Bolivia recibió como respuesta una severa nota de la Cancillería brasileña en la que, entre otras cosas, se le recordaba que “al soberano le toca defender su soberanía, es su derecho y su deber”
La Cancillería brasileña con creciente agresividad diplomática adujo nuevas interpretaciones al tratado y se establecieron nuevas imposiciones para el naciente del Yaviri y el curso de esta línea. El resultado de varias marchas y contra marchas devino en que el Brasil declaraba el territorio acreano, al sur del dicha línea, como territorio “en litigio” desconociendo la soberanía de Bolivia sobre el mismo.
Ante la presión brasileña y sintiéndose sin capacidad de ocupar y controlar aquel conflicto y lejano territorio nacional, el Gobierno boliviano comenzó a madurar la idea de arrendar el Acre a algún consorcio internacional que pudiese hacerse cargo en su nombre de su administración. Era una idea típicamente liberal, gestada y encomendada por empresarios mineros. Félix Avelino Aramayo, entonces embajador de Londres, asumió esta iniciativa por encargo del Gobierno y luego de prolongadas y controvertidas gestiones logró un acuerdo con el consorcio Anglo Americano que terminó de constituir “The Bolivian Sindicate” el cual debía administrar y recaudar las rentas publicas en el Acre por un periodo de 30 años a cambio de recibir el 40% de las rentas recaudadas.
El historiador boliviano Valentín Abecia califica este contrato de administración como “un negocio desgraciado en todos los aspectos”. Desde el inicio se advirtieron dudas en torno a la composición, capacidad y legitimidad del consorcio extranjero. El contrato, como tal también fue observado así como la ausencia de un representante del sindicato en el país.
Las dificultades principalmente vinieron, sin embargo, desde el propio Brasil. Las Cancillerías de ese país y del Perú reaccionaron airadamente pidiendo explicaciones formales sobre la presencia del “Bolivian Sindicate” en el Acre. El nuevo Canciller brasileño, Barón de Rio Branco, inicio una vigorosa campaña denunciando este acuerdo y señalando que el mismo permitía la presencia de intereses internacionales extraños en la amazona y exigía su inmediata derogación. Al mismo tiempo reiteraba sus intereses en el territorio “en litigio” del Acre, proponiendo al Gobierno boliviano diversas proposiciones de canje territorial o la adquisición del mismo.
La posición del Gobierno liberal presidido por José Manuel Pando fue debilitándose rápidamente. Propuso sin éxito un arbitraje internacional sobre las posesiones del Acre, al tiempo que intentaba explicar los alcances del acuerdo con el sindicato dudando ya de la pertinencia del mismo.
En el marco de esta delicada situación, las autoridades bolivianas de Puerto Acre en el antiguo Puerto Alonso incrementaron los impuestos de aduana. Esta circunstancia determinó un nuevo alzamiento de los colonizadores brasileños: fue el comienzo de la llamada segunda revolución del Acre.
Una fuerza compuesta principalmente por brasileños organizaron otra revuelta en Noviembre de 1900, siendo su objetivo tomar el control de Acre de Bolivia y crear una republica independiente. Conocida como la Expedicion de los Poetas, esta fuerza cuasi-brasileña estaba constituida alrededor del vapor fluvial Solimoes, que fuera  armada por el gobernador de la provincia brasileña de Amazonas, Silveiro Neri.
El vapor Solimoes operó en el rio Purus, capturando a la lancha boliviana Alonso, que fue rebautizada Rui Barbosa. Rodrigo de Carvalho fue elegido el nuevo presidente de Acre, su autoridad residía en un cañon, una ametralladora y unos 200 hombres. Cerca de la Navidad de 1900 esta fuerza atacó Puerto Alonso y fue repelida, perdiendo el cañon y la ametralladora. El 29 de Diciembre los bolivianos armaron la lancha Rio Afua, llevando alivio a la gente de Puerto Alonso.
José Plácido de Castro, gaucho y soldado profesional, tomo ahora el control de la fuerza cuasi-brasileña. El 6 de Agosto de 1902, junto con 33 hombres armados desembarcaron de canoas y capturaron la poblacion ribereña de Xapurí, en el Rio Acre Alto, desde donde Placido proclamo la revolucion y una republica independiente, ocupando también otras posiciones bolivianas. La barraca Bahía del empresario boliviano Nicolás Suárez fue también ocupada; y Suárez resolvió asumir la defensa de sus propiedades organizando la famosa “Columna Porvenir” en la que tuvieron destacada actuación el después coronel y general del ejército Federico Román y el indígena tacana Bruno Racua.
Soldados Bolivianos saliendo hacie el Acre. Foto en vidrio coloreada.



Pero el 18 de Septiembre un batallon de 180 hombres, dirigidos por el Coronel Rosendo Rojas sorprendió a la fuerza de Placido, que ahora constaba de unos 70 hombres. Los brasileños, armados sólo con rifles Winchester y cortos de munición, ademas de sufrir deserciones y enfermedades tropicales, fueron derrotados, perdiendo 20 hombres.
Lancha Presidente Frias con soldados-constructores





No obstante, Plácido reclutó otra fuerza, ahora de unos 1.000 hombres y con parte de este grupo puso sitio a Puerto Alonso el 10 de Mayo de 1902. El 14 de Octubre esta fuerza capturó algunas defensas externas junto con la lancha armada boliviana Rio Afua que habia quedado varada durante la lucha. Esta embarcacion fue rebautizada Independencia y fue usada contra sus antiguos dueños. No obstante este derrota, los Bolivianos se mantuvieron en Puerto Alonso.



En su edición del 7 de febrero de 1903, la revista Caras y Caretas de Buenos Aires dedicó sus páginas a la cobertura de la guerra entre Brasil y Bolivia, con un reportaje gráfico.



En su sección “Menudencias” de la edición dedicada a la Guerra del Acre se lee lo siguiente:
—¿Qué pasa en el Acre?
—Cuando los capitalistas extranjeros obtuvieron la concesión, parecía que el territorio iba a subdividirse y a convertirse en menos Acre ...
—Bueno, ¿y ahora si chocan Bolivia y el Brasil?
—Ahora tal vez tengamos mas-acre.


En otro sector, los brasileños sitiaron Empresa, que se rindió el 15 de Septiembre. Otras victorias, la mayoria de los hombres de Placido, tuvieron lugar en Bom Destino, Santa Rosa  varios pueblos ribereños. En Enero de 1903 la fuerza asaltó y capturó algunas posiciones Bolivianas fuera de Puerto Alonso. El Independencia, que estaba rio arriba cargado con 30 toneladas de caucho de alta calidad, forzo el pasaje a traves de las baterias costeras bolivianas, para llevar el caucho rio abajo donde pudiera ser vendido. Las fuerzas de Placido usaron este dinero para comprar armamento y municioones. El 24 de Enero los bolivianos de Puerto Alonso debieron rendirse.







Bolivianos enrolados que hacían escala en Buenos Aires como medio de llegar a la zona del conflicto
El gobierno boliviano intentó dar marcha atrás de su relación con Bolivian Sindicate, solicitando la anulación del contrato, mas la gestión no tuvo éxito. El consorcio alegó que ya había iniciado inversiones. Poco después los administradores extranjeros iniciaban conversaciones con el Gobierno del Brasil que terminó comprando sus derechos.
las fuerzas de ocupacion, ahora de unos 700 hombres, ocuparon el puerto y avanzaron hasta donde se unen los rios Chipamanu (Manuripe) y Tauamanu, formando el rio Orton. Pero pronto llego una fuerza boliviana al mando del general José Manuel Pando, presidente de Bolivia, quien ocupó la orilla opuesta. En este momento el gobierno brasileño formalmente envió tropas al area en disputa y mantenida por la fuerza cuasi-brasileña- Bolivia, luego de perder por lo menos dos embarcaciones fluviales al enemigo, admitio la venta de la provincia del Acre a Brasil, una concesion formalizado por el Tratado de Petropolis y firmado el 17 de Noviembre de 1903.
Las tropas que participaron de la Guerra del Acre salían de La Paz y tardaban en llegar hasta tres o cuatro meses a la zona de combate. La mayor parte iba a pie y atravesaba las selvas. El clima era hostil a los soldados y se lamentaron bajas por enfermedades y agobio, era una lucha en un escenario extraño, con soldados del altiplano, zona seca y árida de gran altura, contra la jungla humeda y lluviosa.
A cambio del territorio del Acre Bolivia recibió por el Tratado de Petrópolis la cifra de 2 millones de libras esterlinas. También se acordó la construcción de un ferrocarril entre las ciudades de Riberalta y Porto Velho, para la exportación del caucho de aquella época, pero no fue cumplido por las condiciones del terreno. Bolivia cedía casi 200.000 kilómetros cuadrados de su Acre al Brasil, a cambio de compensaciones económicas y el tratado actual de fronteras. Los territorios cedidos forman las actuales ciudades de Brasiléia y Epitaciolandia, vecinas de Cobija, en el llamado Alto Acre brasileño. En enero de 1904 el Parlamento boliviano ratificó ese tratado en medio de una débil aunque reprimida censura popular y casi, se diría, con alivio.



Uno de los detalles de esta guerra es cuando el militar austrohúngaro Arthur Posnansky se unió al ejército de Bolivia con su lancha de nombre Anni, a la que rebautizó con el nombre de Iris para la guerra. La nave fue vital en batalla, ya que el diseño estratégico y personal del joven ingeniero naval la hacía muy versátil y práctica en combate. El Iris dio apoyo logístico y transportó al personal, evadiendo a los revolucionarios para no ser capturados, además presionó y hostigó al enemigo.





Arthur Posnansky



Durante la guerra, Posnansky volvió a Europa para reconfigurar su nave y ponerla nuevamente en batalla. El gobierno brasileño que quería secuestrar la lancha logró capturar a Posnansky, pero poco tiempo después éste logró su libertad. Con el apoyo de este militar, por primera vez en la historia de Bolivia se desarrollaron operaciones navales de carácter fluvial y ribereñas.




Plano de la lancha Iris con las modificaciones pedidas por Posnansky y el nuevo armamento



La lancha Iris en Manaos, en un negativo de vidrio coloreado.



Al finalizar la guerra, Posnansky fue declarado héroe nacional y reconocido por el apoyo desinteresado que prestó a Bolivia durante la guerra prestando su nave y donando inclusive víveres y armamento.

El buque Iris recibió el nombre de Tahuamanu, y luego de la guerra pasó a servir al ejército nacional en dos campañas internacionales: la defensa de Manuripi (con Perú) y la Guerra del Chaco, trasvasando a la Cuenca del Plata en esta última. El barco todavía es conservado y permanece en la localidad de Riberalta en el Beni como una reliquia.