domingo, 14 de septiembre de 2014

LA GUERRA DEL ACRE O DEL CAUCHO




Las fuerzas marítimas  jugaron un rol importante en las luchas de los estados que bordean el Amazonas, para definir sus fronteras nacionales. Entre 1899 y 1903, Bolivia y Brasil se enfrentaron por la provincia de ACRE, que esta en el centro de Sud America. Hasta el año 1899 se había producido un importante avance de colonizadores brasileños que ocuparon el área de los ríos Purús y Acre, al sur de la línea de fronteras



Bolivia antes de la Guerra del Acre


 La gran demanda de caucho a fines del siglo XIX por la industria del automóvil europeo fue uno de los motivos por los cuales se inició el conflicto entre Bolivia y Brasil.
 Ambos países reclamaron esta área pero ninguno de los dos la gobernaba efectivamente.. Su poblacion estaba constituída por indios sin identidad nacional, unos cuantos Bolivianos y casi 18.000 brasileños.. Habia muy pocos caminos y canoas y balsas eran el principal medio de transporte. Con el propósito de remediar aquella situación, en enero de 1899 se creó la Aduana Boliviana de Puerto Alonso. Era un acto legitimo de soberanía, con propósitos eminentemente administrativos. Se trataba de recaudar los derechos de aduanas que al país le correspondía por la explotación de goma que explotaban bolivianos y extranjeros dentro de su territorio. El poco tiempo que pudo funcionar como tal, produjo ingresos interesantes para el fisco.


Puerto Acre (Puerto Alonso) Vapores cargando caucho. Foto en vidrio coloreada.




Pero luego Puerto Alonso se convirtió en el centro político y militar de los conflictos. Los gomeros y barraqueros brasileños, alentados desde Manaos donde se ejercía control del flujo comercial de la goma en el Amazonas, sintiéndose afectados en su interés resistieron el impuesto para posteriormente declarar el “Estado Independiente del Acre, Purús y Yacú” mediante un movimiento autonomista liderado por el colonizador español Luis Galvez Rodrigues de Arias, que habia servido como consul Boliviano en Belem, Brasil. Se inició de esa manera la primera llamada “revolución del Acre”. Los acreanos brasileños se organizaron política y militarmente, ocuparon Puerto Alonso destituyendo violentamente a las autoridades bolivianas.



Puerto Alonso



Para conjurar aquella revuelta, se nombró delegado nacional en el Acre y el Alto Perú a Andrés S. Muñoz, que salió de La Paz por la ruta del rió Beni. Poco después, tropas al mando de el vicepresidente de la República, Lucio Pérez Velasco, salieron desde Cochabamba por la ruta del Chapare y el ministro de Defensa Ismael Montes encabezó otro contingente por la difícil ruta de Larecaja. Eran rivales políticos que competían por prestigio, pero llegados al Acre lograron aunar fuerzas y restablecer provisoriamente el orden. El Batallón Independencia Segundo de Línea, más conocido como la “Columna Montes” estaba compuesta por 200 hombres, de los cuales murieron 138 diezmados por el clima y las enfermedades tropicales de la región
Desde La Paz hasta el Acre las tropas tardaban desde tres hasta cuatro meses de penoso viaje, la mayor parte a pie a través de los bosques. Sus pertrechos eran insuficientes dadas las limitaciones económicas del Estado. El clima era hostil a los soldados andinos, y se lamentaron bajas por enfermedades y agobio; era una lucha en un escenario extraño. Así y todo pudieron enfrentar varias luchas con éxito, recuperando Puerto Alonso y sofocando inicialmente esta primera revolución acreana antes de regresar a La Paz después de un año de campaña.








Bolivia luego de la Guerra del Acre

Mientras en el Acre las tropas bolivianas intentaban recuperar el orden, el Gobierno boliviano iniciaba urgentes gestiones diplomáticas ante el Brasil. El embajador boliviano en Río de Janeiro solicitó en principio ayuda del gobierno brasileño para sofocar la revolución acreana. Pero la República Federativa había heredado los impulsos expansioncitas del imperio. Y esta revuelta alentaba ya al Brasil a incorporar el Acre a su territorio. Bolivia recibió como respuesta una severa nota de la Cancillería brasileña en la que, entre otras cosas, se le recordaba que “al soberano le toca defender su soberanía, es su derecho y su deber”
La Cancillería brasileña con creciente agresividad diplomática adujo nuevas interpretaciones al tratado y se establecieron nuevas imposiciones para el naciente del Yaviri y el curso de esta línea. El resultado de varias marchas y contra marchas devino en que el Brasil declaraba el territorio acreano, al sur del dicha línea, como territorio “en litigio” desconociendo la soberanía de Bolivia sobre el mismo.
Ante la presión brasileña y sintiéndose sin capacidad de ocupar y controlar aquel conflicto y lejano territorio nacional, el Gobierno boliviano comenzó a madurar la idea de arrendar el Acre a algún consorcio internacional que pudiese hacerse cargo en su nombre de su administración. Era una idea típicamente liberal, gestada y encomendada por empresarios mineros. Félix Avelino Aramayo, entonces embajador de Londres, asumió esta iniciativa por encargo del Gobierno y luego de prolongadas y controvertidas gestiones logró un acuerdo con el consorcio Anglo Americano que terminó de constituir “The Bolivian Sindicate” el cual debía administrar y recaudar las rentas publicas en el Acre por un periodo de 30 años a cambio de recibir el 40% de las rentas recaudadas.
El historiador boliviano Valentín Abecia califica este contrato de administración como “un negocio desgraciado en todos los aspectos”. Desde el inicio se advirtieron dudas en torno a la composición, capacidad y legitimidad del consorcio extranjero. El contrato, como tal también fue observado así como la ausencia de un representante del sindicato en el país.
Las dificultades principalmente vinieron, sin embargo, desde el propio Brasil. Las Cancillerías de ese país y del Perú reaccionaron airadamente pidiendo explicaciones formales sobre la presencia del “Bolivian Sindicate” en el Acre. El nuevo Canciller brasileño, Barón de Rio Branco, inicio una vigorosa campaña denunciando este acuerdo y señalando que el mismo permitía la presencia de intereses internacionales extraños en la amazona y exigía su inmediata derogación. Al mismo tiempo reiteraba sus intereses en el territorio “en litigio” del Acre, proponiendo al Gobierno boliviano diversas proposiciones de canje territorial o la adquisición del mismo.
La posición del Gobierno liberal presidido por José Manuel Pando fue debilitándose rápidamente. Propuso sin éxito un arbitraje internacional sobre las posesiones del Acre, al tiempo que intentaba explicar los alcances del acuerdo con el sindicato dudando ya de la pertinencia del mismo.
En el marco de esta delicada situación, las autoridades bolivianas de Puerto Acre en el antiguo Puerto Alonso incrementaron los impuestos de aduana. Esta circunstancia determinó un nuevo alzamiento de los colonizadores brasileños: fue el comienzo de la llamada segunda revolución del Acre.
Una fuerza compuesta principalmente por brasileños organizaron otra revuelta en Noviembre de 1900, siendo su objetivo tomar el control de Acre de Bolivia y crear una republica independiente. Conocida como la Expedicion de los Poetas, esta fuerza cuasi-brasileña estaba constituida alrededor del vapor fluvial Solimoes, que fuera  armada por el gobernador de la provincia brasileña de Amazonas, Silveiro Neri.
El vapor Solimoes operó en el rio Purus, capturando a la lancha boliviana Alonso, que fue rebautizada Rui Barbosa. Rodrigo de Carvalho fue elegido el nuevo presidente de Acre, su autoridad residía en un cañon, una ametralladora y unos 200 hombres. Cerca de la Navidad de 1900 esta fuerza atacó Puerto Alonso y fue repelida, perdiendo el cañon y la ametralladora. El 29 de Diciembre los bolivianos armaron la lancha Rio Afua, llevando alivio a la gente de Puerto Alonso.
José Plácido de Castro, gaucho y soldado profesional, tomo ahora el control de la fuerza cuasi-brasileña. El 6 de Agosto de 1902, junto con 33 hombres armados desembarcaron de canoas y capturaron la poblacion ribereña de Xapurí, en el Rio Acre Alto, desde donde Placido proclamo la revolucion y una republica independiente, ocupando también otras posiciones bolivianas. La barraca Bahía del empresario boliviano Nicolás Suárez fue también ocupada; y Suárez resolvió asumir la defensa de sus propiedades organizando la famosa “Columna Porvenir” en la que tuvieron destacada actuación el después coronel y general del ejército Federico Román y el indígena tacana Bruno Racua.
Soldados Bolivianos saliendo hacie el Acre. Foto en vidrio coloreada.



Pero el 18 de Septiembre un batallon de 180 hombres, dirigidos por el Coronel Rosendo Rojas sorprendió a la fuerza de Placido, que ahora constaba de unos 70 hombres. Los brasileños, armados sólo con rifles Winchester y cortos de munición, ademas de sufrir deserciones y enfermedades tropicales, fueron derrotados, perdiendo 20 hombres.
Lancha Presidente Frias con soldados-constructores





No obstante, Plácido reclutó otra fuerza, ahora de unos 1.000 hombres y con parte de este grupo puso sitio a Puerto Alonso el 10 de Mayo de 1902. El 14 de Octubre esta fuerza capturó algunas defensas externas junto con la lancha armada boliviana Rio Afua que habia quedado varada durante la lucha. Esta embarcacion fue rebautizada Independencia y fue usada contra sus antiguos dueños. No obstante este derrota, los Bolivianos se mantuvieron en Puerto Alonso.



En su edición del 7 de febrero de 1903, la revista Caras y Caretas de Buenos Aires dedicó sus páginas a la cobertura de la guerra entre Brasil y Bolivia, con un reportaje gráfico.



En su sección “Menudencias” de la edición dedicada a la Guerra del Acre se lee lo siguiente:
—¿Qué pasa en el Acre?
—Cuando los capitalistas extranjeros obtuvieron la concesión, parecía que el territorio iba a subdividirse y a convertirse en menos Acre ...
—Bueno, ¿y ahora si chocan Bolivia y el Brasil?
—Ahora tal vez tengamos mas-acre.


En otro sector, los brasileños sitiaron Empresa, que se rindió el 15 de Septiembre. Otras victorias, la mayoria de los hombres de Placido, tuvieron lugar en Bom Destino, Santa Rosa  varios pueblos ribereños. En Enero de 1903 la fuerza asaltó y capturó algunas posiciones Bolivianas fuera de Puerto Alonso. El Independencia, que estaba rio arriba cargado con 30 toneladas de caucho de alta calidad, forzo el pasaje a traves de las baterias costeras bolivianas, para llevar el caucho rio abajo donde pudiera ser vendido. Las fuerzas de Placido usaron este dinero para comprar armamento y municioones. El 24 de Enero los bolivianos de Puerto Alonso debieron rendirse.







Bolivianos enrolados que hacían escala en Buenos Aires como medio de llegar a la zona del conflicto
El gobierno boliviano intentó dar marcha atrás de su relación con Bolivian Sindicate, solicitando la anulación del contrato, mas la gestión no tuvo éxito. El consorcio alegó que ya había iniciado inversiones. Poco después los administradores extranjeros iniciaban conversaciones con el Gobierno del Brasil que terminó comprando sus derechos.
las fuerzas de ocupacion, ahora de unos 700 hombres, ocuparon el puerto y avanzaron hasta donde se unen los rios Chipamanu (Manuripe) y Tauamanu, formando el rio Orton. Pero pronto llego una fuerza boliviana al mando del general José Manuel Pando, presidente de Bolivia, quien ocupó la orilla opuesta. En este momento el gobierno brasileño formalmente envió tropas al area en disputa y mantenida por la fuerza cuasi-brasileña- Bolivia, luego de perder por lo menos dos embarcaciones fluviales al enemigo, admitio la venta de la provincia del Acre a Brasil, una concesion formalizado por el Tratado de Petropolis y firmado el 17 de Noviembre de 1903.
Las tropas que participaron de la Guerra del Acre salían de La Paz y tardaban en llegar hasta tres o cuatro meses a la zona de combate. La mayor parte iba a pie y atravesaba las selvas. El clima era hostil a los soldados y se lamentaron bajas por enfermedades y agobio, era una lucha en un escenario extraño, con soldados del altiplano, zona seca y árida de gran altura, contra la jungla humeda y lluviosa.
A cambio del territorio del Acre Bolivia recibió por el Tratado de Petrópolis la cifra de 2 millones de libras esterlinas. También se acordó la construcción de un ferrocarril entre las ciudades de Riberalta y Porto Velho, para la exportación del caucho de aquella época, pero no fue cumplido por las condiciones del terreno. Bolivia cedía casi 200.000 kilómetros cuadrados de su Acre al Brasil, a cambio de compensaciones económicas y el tratado actual de fronteras. Los territorios cedidos forman las actuales ciudades de Brasiléia y Epitaciolandia, vecinas de Cobija, en el llamado Alto Acre brasileño. En enero de 1904 el Parlamento boliviano ratificó ese tratado en medio de una débil aunque reprimida censura popular y casi, se diría, con alivio.



Uno de los detalles de esta guerra es cuando el militar austrohúngaro Arthur Posnansky se unió al ejército de Bolivia con su lancha de nombre Anni, a la que rebautizó con el nombre de Iris para la guerra. La nave fue vital en batalla, ya que el diseño estratégico y personal del joven ingeniero naval la hacía muy versátil y práctica en combate. El Iris dio apoyo logístico y transportó al personal, evadiendo a los revolucionarios para no ser capturados, además presionó y hostigó al enemigo.





Arthur Posnansky



Durante la guerra, Posnansky volvió a Europa para reconfigurar su nave y ponerla nuevamente en batalla. El gobierno brasileño que quería secuestrar la lancha logró capturar a Posnansky, pero poco tiempo después éste logró su libertad. Con el apoyo de este militar, por primera vez en la historia de Bolivia se desarrollaron operaciones navales de carácter fluvial y ribereñas.




Plano de la lancha Iris con las modificaciones pedidas por Posnansky y el nuevo armamento



La lancha Iris en Manaos, en un negativo de vidrio coloreado.



Al finalizar la guerra, Posnansky fue declarado héroe nacional y reconocido por el apoyo desinteresado que prestó a Bolivia durante la guerra prestando su nave y donando inclusive víveres y armamento.

El buque Iris recibió el nombre de Tahuamanu, y luego de la guerra pasó a servir al ejército nacional en dos campañas internacionales: la defensa de Manuripi (con Perú) y la Guerra del Chaco, trasvasando a la Cuenca del Plata en esta última. El barco todavía es conservado y permanece en la localidad de Riberalta en el Beni como una reliquia.

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